Dec 16
2008
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En los �ltimos meses me he acostumbrado a funcionar pr�cticamente sin tiempo para reflexionar. Las obligaciones laborales de estas �ltimas semanas unidas a un sinf�n de acontecimientos personales han reducido mi tiempo para este blogg hasta l�mites insospechados. Tanto que ni siquiera he hecho a�n la lista de regalos de Navidad y de nuevos prop�sitos para el a�o que est� a la vuelta de la esquina.
Llevo 139 palabras seg�n el contador de palabras del Word y pese a no haber entrado a�n en materia -al menos en una concreta- las ideas no paran de amontonarse en alguna parte de mi materia gris buscando llegar al teclado de mi ordenador. Esta situaci�n me ha hecho pensar en aquellas redacciones de "tema libre" que nos mandaban en la escuela para rellenar las horas muertas que el maestro salesiano de turno no hab�a pensado como rellenar. El pedagogo no hac�a otra cosa que echar balones fuera y traspasarnos la responsabilidad a nosotros, noveles alumnos que se estrujaban la cabeza en busca de algo m�s atractivo que las �ltimas vacaciones o los regalos que los Reyes Magos hab�an dejado en casa.
Algo parecido ha debido pasarle en los �ltimos a�os a la banca mundial. M�s preocupados en c�mo aumentar su balance de beneficios que en apostar por si mismos, cedieron la gesti�n de sus fondos a empresas extranjeras de la que se fiaron en exceso y ahora est�n pagando las consecuencias. Me preocupa que en el �mbito deportivo el hockey atraviese por algo parecido, m�s preocupado por c�mo conseguir beneficios -o al menos reducir gastos- que de apostar por s� mismo. Sin embargo, este es un blogg personal y voy a renunciar a entrar en un tema que me llevar�a ineludiblemente a la pseudos obligaci�n de la que habl�bamos en la primera l�nea. �Estar� yo tambi�n echando balones fuera para acabar el texto de hoy?
Prometo escribir m�s a menudo.